Caracterización de mezclas de mortero a base de celulosa. Papel reciclado para fabricación de elementos constructivos
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Abstract
La humanidad ha concebido grandes avances tecnológicos y científicos, principalmente durante los siglos posteriores a la Revolución Industrial. Estos avances en medicina, industria, economía, comunicaciones e ingeniería han traído consigo grandes beneficios: erradicación de enfermedades, comunicación en tiempo real y creación de nuevos materiales, entre otros. En contraparte, una de las consecuencias de la industrialización y el desarrollo, quizá la más negativa, es la contaminación ambiental. No es sino hasta principios de los setentas, que se empezó a tener conciencia de los daños que se estaban causando a las reservas de recursos naturales, a las especies animales y vegetales y al planeta en general [1]. Dado que no había control del uso de los recursos no renovables, como el petróleo, minerales y rocas; o un plan de recuperación de los renovables, como agua, flora y fauna, se hizo evidente su sobreutilización. Una de las estrategias para disminuir la utilización excesiva de recursos naturales e intentar reparar el daño ambiental, es promover el reciclaje, con las propuestas de reducir, reutilizar y reciclar. De esta manera, se reducen los desperdicios utilizando los recursos eficientemente, se reutiliza todo lo que sea posible y se recicla lo que aún tenga valor [2]. Así, desperdicios de papel, vidrio, aluminio, metales y otros, se acopian y llevan a centros de reciclaje. De entre estos residuos, uno de los que mayor porcentaje de recuperación tiene, hasta un 40% del total producido, es el papel, que además se puede reciclar hasta siete veces antes de perder sus propiedades [3].