Asociación entre el grosor del cuádriceps femoral medido por sonografía, ángulo de fase por bioimpedancia y parámetros bioquímicos convencionales para valorar el estado nutricional de los pacientes críticamente enfermos
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Introducción: En los últimos años, ha sido bien reconocido y delimitado el impacto del estado nutricional en los desenlaces clínicos del paciente críticamente enfermo y la malnutrición se ha relacionado con una estancia hospitalaria prolongada, mortalidad y con aumento en los costos del sistema de salud. La evaluación del músculo esquelético ha demostrado ser un parámetro fiable para la determinación del estado nutricional del paciente y su relación con eventos clínicos adversos. La medición del grosor del cuádriceps femoral puede ser evaluada por ultrasonografía a la cabecera del paciente en la Unidad de Terapia Intensiva Adultos, sin requerir su traslado, y someterlo a riesgos innecesarios asociados con las técnicas de imagen. Lo anterior lo convierte en una herramienta prometedora para ser utilizada en el contexto de la evaluación nutricional del paciente críticamente enfermo. Objetivo: Determinar la asociación entre los parámetros bioquímicos de nutrición convencionales con el grosor del cuádriceps femoral medido por ultrasonografía y el ángulo de fase por bioimpedanica en el paciente crítico. Métodos: Estudio prospectivo, observacional, comparativo, (analítico) longitudinal, de tipo cohorte. Se incluyeron a los pacientes a partir de su ingreso a la Unidad de Terapia Intensiva Adultos. Se documentaron datos sociodemográficos del paciente que no revelen su identidad, como sexo, talla, IMC. Se documentó el diagnóstico al ingreso y se obtuvieron los datos de la biometría hemática y perfil bioquímico, así como la evaluación del paciente realizada por el equipo de Nutrición. Se realizó la medición del grosor del cuádriceps femoral por ultrasonido en cada extremidad del paciente al lado de la cama, así como el ángulo de fase por bioimpedancia eléctrica. Dichas mediciones se repitieron los días 1 y 7. Se realizaron pruebas de asociación entre 7 las medidas obtenidas por medio de estas tecnologías, con los parámetros de laboratorio. Se asoció el grosor del cuádriceps femoral y ángulo de fase con la estancia hospitalaria y la mortalidad, así como con valores nutricionales. Resultados: Se incluyeron 21 pacientes, con una mediana de edad de 75 (55-81.5), de los cuales 10 (47.6%) fueron mujeres y 11 (52.4%) hombres. Los pacientes tuvieron una mediana de puntaje de APACHE II, SOFA y NUTRIC de 12, 4 y 4 puntos, respectivamente. La mediana de grosor de cuádriceps AP y LL en el día 1 fue de 0.64 cm y 2.5 cm, respectivamente. En el día 7, fue de 0.58 cm y 2.1 cm, respectivamente. La mediana de ángulo de fase al día 1 y 7 fue de 3° y 2.9°, respectivamente. Al día 1, se encontró una asociación negativa moderada entre el grosor de cuádriceps AP y el puntaje de SOFA (r = -0.436, P=0.048) y el balance nitrogenado (r=-0.536, P=0.018), así como una asociación moderada positiva entre la transferrina (r=0.409, P=0.074) y prealbúmina (r=0.466, P=0.038) con el grosor de cuádriceps AP. Al séptimo día de estancia en UCIA encontramos solamente una correlación negativa moderada entre el grosor del cuádriceps femoral AP y la estancia hospitalaria global. Del total de los pacientes, la mediana de estancia hospitalaria fue de 9 (8-19) días. 10 pacientes (47.6%) requirieron ventilación mecánica. Se presentó sepsis en 9 (42.9%) y lesión renal aguda en 3 (14.3%). La mortalidad fue en un paciente 1 (4.8%) (tabla 7). Conclusión: En nuestro estudio, concluimos que al primer día de evaluación el puntaje de SOFA y el balance nitrogenado tuvieron una correlación moderada negativa con el grosor AP del músculo cuádriceps, mientras que este mismo diámetro se asoció positivamente de forma moderada con los niveles de transferrina y prealbúmina del paciente. Además, al séptimo día, hubo una correlación moderada negativa entre el grosor del cuádriceps femoral en su diámetro AP, y los días de estancia hospitalaria.