Desarrollo de Competencias, Lenguaje Fundamental del Programa de Educación Preescolar 2004-Edición Única
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Abstract
Generalmente la evaluación educativa es entendida como un proceso cualitativo que ayuda a medir y calificar el aprendizaje de los alumnos. A través del tiempo esta conceptualización se ha ido transformando, pues se ha observado que el hecho de medir únicamente resulta obsoleto, ya que existen varios factores que intervienen en el aprendizaje del alumno y por lo tanto éstos también requieren de ser evaluados. Es por ello por lo que una evaluación completa y fidedigna requiere de ser cuantitativa y cualitativa, así como actitudinal y del aprendizaje. En el Jardín de Niños, la evaluación es entendida como un proceso de carácter cualitativo, que pretende obtener una visión integral de la práctica educativa, ya que la finalidad de la educación preescolar es la formación de hábitos, la estimulación de las capacidades, así como el reforzamiento de los valores, sin preocuparse demasiado por los aprendizajes formales o la medición que implica cuantificar rasgos o conductas. El proceso evaluativo en el Jardín de Niños es integral, porque considera al niño como una totalidad, remarcando los grandes rasgos de su actuación en la escuela, permitiendo obtener información sobre el desarrollo del programa en operación, atendiendo a los diferente factores que interactúan en la aplicación de éste; la acción del docente, su planeación y desarrollo del trabajo escolar, sus relaciones con los niños y los padres de familia y la comunidad, las posibilidades y limitaciones que brindan los espacios, el valor de los diferentes recursos didácticos cómo se utilizaron y cómo se podrían utilizar. Para que la evaluación en el Jardín de Niños resulte un proceso exitoso, deberán dejarse de lado las exigencias administrativas innecesarias y poco funcionales, así como los prejuicios personales y de poca comprensión para el desarrollo del niño.