Según la UNESCO (2004), los entornos educativos apoyados por tecnología proveen al alumno de un andamiaje para desarrollar sus conocimientos y habilidades y, al mismo tiempo, le proporcionan un ambiente rico en colaboración, que le permite considerar múltiples perspectivas al abordar ciertos temas y resolver problemas y, brinda oportunidades para que el alumno pueda reflexionar sobre su propio aprendizaje.